Desde Fisioterapia de la Serna, queremos proponer una serie de EJERCICIOS RESPIRATORIOS, para mejorar la capacidad respiratorio de pacientes con problemas o que quieren prevenir tenerlos. 

La fisioterapia respiratoria busca disminuir y/o enlentecer la aparición de los síntomas, mejorarlos o conseguir una evolución más lenta de la enfermedad, por eso, como siempre, lo prioritario es evitar el principal factor de riesgo, EL TABACO, lo antes posible, se tengan o no problemas respiratorios. Muchos autores, recomiendan una buena hidratación para favorecer la expectoración de las flemas y una nutrición controlada, debido a que un exceso de peso, puede dificultar la dinámica respiratoria.

Como principales ejercicios, tenemos:

– Reeducación de la tos: es aprender a toser, tras una inspiración profunda. Contenemos la respiración diafragmática durante 3-5 segundos y luego espiramos lentamente tanto aire como sea posible a través de la boca (la parte inferior de la caja torácica y el abdomen se hunden según se respira), procurando hacerla en dos o tres tiempos para un mejor arrastre de las secreciones.

– Ejercicios respiratorios: los ejercicios respiratorios tienen como objetivo disminuir el trabajo respiratorio, mejorar la oxigenación y aumentar la función respiratoria. lo ideal es hacerlos una o dos veces al día:

a) Respiración con labios fruncidos: con los labios como para apagar una vela o silbar, inspire lentamente a través de la nariz con la boca cerrada, aguante 1-2 segundos el aire e inspire lentamente a través de los labios semicerrados. La espiración debe durar el doble de la inspiración. 

b) Respiración diafragmática: sentado, con las rodillas dobladas, colocar las manos sobre el abdomen, coger aire profundamente a través de la nariz manteniendo la boca cerrada. Al inspirar, el abdomen se distiende elevando las manos. Colocar los labios como si fuese a silbar y espirar lenta y suavemente de forma pasiva, haciendo un sonido silbante sin hinchar los carrillos. Al ir expulsando el aire, los músculos abdominales se hunden, volviendo a la posición original.

c) Expansión pulmonar: inspirar profundamente mientras empuja el tórax expandiéndolo contra la presión de las manos. Colocar las manos sobre la zona del tórax que hay que expandir aplicando una presión moderada. Mantener unos segundos la máxima inspiración posible y comenzar a espirar el aire lentamente. Al final de la espiración, las manos realizan una ligera vibración sobre el área.

d) Ejercicios con inspirometría incentivada: sentado sobre la cama o en una silla, situar el espirómetro en posición vertical, fijar los labios fuertemente alrededor de la boquilla de espirómetro de modo que no entre aire entre ambos. Situar el espirómetro en la posición de flujo que se desee. Comenzar siempre con un nivel inferior. Al realizar una inspiración tan profunda como sea posible, se debe conseguir que el marcador (bola, cilindro, etc.) se eleve hasta alcanzar su tope superior, debiendo permanecer en ese lugar el máximo tiempo posible. Una vez finalizada la inspiración, se soltará la boquilla y se expulsará el aire por la boca o nariz. Es conveniente toser después de realizar este ejercicio.

Una vez vistos estos ejercicios, es importante mantener la revisión anual o la regulidad pautada por el especialista, las visitas al fisioterapeuta especializado que será quien mejor nos enseñe y preguntar cualquier duda que tengamos.

Esperamos que os haya servido y vuestros comentarios.

Desde Fisioterapia de la Serna, esperamos que os sean de utilidad. Para más información, contacta con nosotros en fisioterapiadelaserna@gmail.com.

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