Desde Fisioterapia de la Serna, esta vez, en lugar de hablar de un tema genérico, queremos contaros una experiencia en primera persona.
Foto izquierda 2 de julio 2018, foto derecha 21 de junio 2018.
Entre estas dos fotos sólo hay 3 diferencias:
- 11 días
- Un corte de pelo
- Sobre todo DEJAR DE COMER CEREALES.
¿Impresionante, no? Y es que, desde julio de 2016, llevaba con muchos problemas de salud, concretamente problemas gastrointestinales. En un principio parecía que era un citomegalovirus lo que me afectaba. Se trato, con una medicación muy fuerte, que me dejó bastante regular y necesité hasta un ingreso.
Mejoré algo, pero no del todo, hasta que llegó el verano de 2017 y volví a recaer. Me volvieron a hacer las pruebas del citomegalovirus y dio positivo. Me volvieron a poner otra vez el mismo tratamiento, con los mismos efectos secundarios, pero con la diferencia de que esa vez, no mejoré lo suficiente, más bien poco. Volví a tener otro ingreso, esta vez en aislamiento una semana, por una neutriopenia severa (pérdida de defensas súbitas).
No terminaba de mejorar, con lo que me hicieron pruebas tumorales, gracias a Dios salieron todas negativas, de alergias e intolerancias, de todo lo imaginable e inimaginable y los pobres doctores (nefrólogos, digestivos, endocrinos, patólogos, etc), a los que sólo puedo alabar y dar gracias, se volvían locos estudiando el caso, sin encontrar lógica alguna y sin saber ya que hacer.
Un día leyendo sobre el tema en casa, en invierno de 2018, vi que varios endocrinos, relacionaban muchos de los síntomas con los que tenían personas con alergia o intolerancia al trigo, y como no perdía nada por intentarlo, pregunté a mis médicos para ver que les parecía, nunca tomaría una decisión de salud sin consultar con el especialista, y probé por si acaso y mejoré mucho, aunque no del todo. Sigue leyendo